El Elbe Radweg es un carril bici espectacular, de más de mil kilómetros, que va sin solución de continuidad desde Praga hasta Hamburgo, siguiendo en buena parte del recorrido la ruta Eurovelonº 7.
Hermosos paisajes, grandes ciudades y pequeños pueblos. Una interesante aproximación a lo que fue y es la Alemania del Este.
Por extraño que nos pueda parecer a quienes vivimos en uno de esos países dónde la bicicleta no está tan bien considerada, ésta ruta está perfectamente señalizada y no es preciso un mapa ni un GPS para evitar perderse por el camino.
No sabíamos eso antes de iniciar el viaje por lo que compramos por internet la Guía Esterbauer. Te ofrece dos detallados volúmenes del recorrido, con mapas y todo tipo de explicaciones en inglés del trayecto tanto por una orilla como por la otra.
La ruta está tan bien señalizada que la guía no es necesaria. Nos fue útil el primer día, pues la salida de Praga es un tanto compleja y no sigue el río. Sin embargo también he de decir que si bien los mapas de la guía nos llevaron a Melnik, en la salida de Praga nos encontramos con dos escaleras que nos vimos obligados a salvar cargando las bicis, y que no estaban señalizadas en dicha guía.
Un detalle muy revelador de lo bien cuidado que está el camino es que hay mesas techadas por doquier, en medio de la nada, para que los ciclistas puedan hacer un alto para el almuerzo, o un banco a la sombra de un árbol donde menos te lo esperas.
Y un detalle revelador de lo innecesario que resulta llevar una guía o cualquier otro mapa es que, el primer o el segundo día de recorrido, uno de los volúmenes de la guías se nos perdió y no ocurrió absolutamente nada. Simplemente dejamos de usarla y, sin ella, llegamos a Hamburgo.
Sobra decir que, en algún punto, siempre surge una duda o uno se pierde por un momento, porque te pasa desapercibida una señal o porque no existe… sí nos ocurrió a nosotros, pero lo solucionamos con sentido común, preguntando o simplemente siguiendo de largo por nuestro camino hasta encontrar una pista que nos indicara dónde nos encontrábamos.
Así que quizás, si quieren una recomendación antes de iniciar el viaje, yo me centraría en imprimir en casa unos mapas de la salida de Praga hasta Melnik y unos mapas de cómo encontrar el hotel en Hamburgo (pues es una ciudad muy grande). Por lo demás, solo con sentido común, es suficiente: dejarte llevar y seguir las indicaciones. En cualquier caso, siempre tendrás tu móvil por si ocurre una urgencia.
